Las presiones de la vida diaria nos consumen tanto que luego, casi sin percatarnos, nos damos cuenta de que estamos extremadamente cansadas. Aunque durmamos la cantidad de horas recomendada (8), nos alimentemos saludablemente y realicemos una actividad extra con la finalidad de relajarnos, no nos explicamos porqué sentimos tanta ansiedad y estrés.
Esas ganas de comer algo dulce que te invaden por la tarde o la sensación de que no te entra suficiente aire cuando respiras son más que un simple antojo o una cosa del momento. Probablemente tu nivel de magnesio esté bajo y por eso puedas experimentar falta de energía, presión en el pecho o sudoración excesiva.
El magnesio, después del potasio, es de suma importancia para los procesos celulares de nuestro organismo. Asimismo, combinado con el ácido gamma aminobutírico y la vitamina B6, para la transmisión de información entre las neuronas y la fortaleza de los huesos.
Puedes pensar que tomando un multivitamínico estarás consumiendo la dosis de magnesio que tu cuerpo necesita. O que comiendo muchos vegetales, fuente de este mineral, estarás cubriendo esa necesidad. Pero no, hoy en día la producción industrializada de los productos agrícolas ha causado una enorme disminución de los niveles de magnesio en los alimentos. Necesitamos específicamente un suplemento de magnesio.
Tener buenos niveles de magnesio nos ayuda a prevenir y calmar la ansiedad, el insomnio, la depresión, la hipertensión arterial, los infartos del corazón, los derrames cerebrales, la diabetes, la osteoporosis y el envejecimiento prematuro.
El magnesio participa en muchos procesos metabólicos. Está estrechamente ligado a la producción de energía celular. Por eso sentimos cansancio al no alcanzar los niveles de magnesio necesarios.
Este mineral es fundamental para las personas que padecen de osteoporosis, enfermedad que conlleva al debilitamiento de los huesos. La pérdida de magnesio en grandes cantidades afecta directamente el mantenimiento de los huesos, junto al calcio y al fósforo.
Y cómo no va interferir en cuestiones de ansiedad, si el magnesio que se encuentra en las células es responsable de regular la transmisión de impulsos nerviosos a nuestros músculos y órganos. Su baja se traduce en calambres, espasmos y hasta en migrañas.
Afortunadamente podemos revertir el déficit. Si te realizas un análisis de sangre, es posible que el nivel de magnesio en tu organismo aparezca como normal, aunque no lo sea. Debes pedir un examen de magnesio libre o hecho a partir de las células rojas de la sangre.
Ya lo sabes, si tienes alguno de estos síntomas, alteraciones nerviosas, musculares y en la piel, irritabilidad, alteración de los reflejos, caída del cabello, diarreas, lesiones renales, fatiga o aceleración del envejecimiento, tu cuerpo te está indicando una posible falta de magnesio.
Los alimentos con mayor cantidad de magnesio son las algas marinas, el salvado y el germen de trigo, las almendras, el maní, el apio, la espinaca, la palta entre otros. Pero como dijimos anteriormente, es recomendable tomar un suplemento. Se sugiere ingerir entre 500 y 2000 miligramos diarios, que se dividen en dos o tres tomas de pastillas.
Además, si estás llevando a cabo una dieta baja en calorías o con el objetivo de bajar de peso, también debes tener en cuenta el consumo de un suplemento de magnesio. Los mejores son el gluconato de magnesio, el óxido de magnesio y cloruro de magnesio.
Fuentes: Trivium, Salud Bio y Cuidado de la Salud
Imágenes: albarela82.blogia.com, GNC Live Well Costa Rica y Magnesol Perú
Etiquetas : Ansiedad, cansancio, depresión, estres, fatiga, magnesio, Minerales, osteoporosis, Vitaminas
jessie77
23 marzo 2012
A TODAS LAS CHICAS DE LAS 4 DECADAS, ATENCION, LEAN ESTO REALMENTE INTERESANTE!!!!!
IrinaM
26 marzo 2012
Gracias Jessie! Realmente es buena información para todas.