El estilo de vida a la que nos hemos acostumbrado a tener hoy en día es en definitiva la causante de muchas de las dolencias, males y enfermedades contra las que tenemos que lidiar de manera casi frecuente, y es que se han abandonado principios básicos que antes nos permitían tener una existencia mucho más saludable.
Por un lado, está la rapidez con la que todo sucede hoy en día y con la que nos hemos acostumbrado a desarrollarnos en cada una de nuestras actividades. Comemos más rápido, no descansamos lo suficiente y además vivimos en constante estrés debido a todo ello.
Los especialistas en el tema siempre nos han dicho que es necesario seguir un régimen de alimentación sano, con alimentos variados y equilibrados, sin embargo vemos que cada día ello se hace más difícil.
Pero de alguna manera, esto ha llevado a que se descubran los alimentos funcionales, es decir, aquellos que traen beneficios a algunas funciones de nuestro organismo, independientemente del tipo de nutrientes, pero compensando los desequilibrios alimentarios causados por los nuevos estilos de vida. Así también, los alimentos funcionales disminuyen ostensiblemente los factores de riesgo al producirse algún tipo de enfermedad, demostrando su gran poder de prevención.
Básicamente, están constituidos por todos aquellos alimentos enriquecidos y que deben ser consumidos dentro de una dieta saludable y equilibrada, además las cantidades de consumo son las mismas que una alimentación normal, pero en definitiva, los resultados nutricionales que se obtienen con éstos son diferentes y muy positivos.
Los alimentos susceptibles de ser enriquecidos son la leche, el yogur, zumos, cereales, pan, huevos, margarinas, a los cuales -dependiendo del caso- se les agregan elementos como el Omega 3, ácido oleico, fólico, vitaminas, minerales, bacterias probióticas, fibra, entre otros componentes esenciales.
Fuente: EUFIC
Imagen: IALE
Tags Blogalaxia: Salud, alimentos, funcionales.
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