La terapia del color en los alimentos

En muchas circunstancias de nuestras vidas vemos comprobada la relevancia del color en las decisiones que tomamos; esto se ve con más claridad al momento de decorar una habitación o cuando nos compramos una prenda de vestir; pues de la misma manera se ha probado la gran incidencia que tienen los colores en los alimentos que consumimos regularmente.

Muchos grandes sabios a través de la historia como Einstein, Newton, Aristóteles y Platón entre otros, han logrado confirmar en algunas de sus investigaciones, la importancia del color en el desarrollo personal.

Se sabe por ejemplo, que dependiendo del color de la comida, nuestro estado de ánimo tendrá una determinada tendencia en el día, razón por la cual hoy en día, esta terapia se viene combinando de manera apropiada con la medicina convencional.

La explicación se puede dar a través de los centros de energía o chakras que todas las personas poseemos en nuestros cuerpos, los cuales se activan y responden a la influencia de cada color, proporcionándonos un determinado estado dependiendo de la tonalidad de estimulación.

Tenemos por ejemplo al color rojo al cual siempre se le ha relacionado con la calidez, la vitalidad y la pasión. Pues la terapia del color nos dice que alimentos como los tomates, pimientos rojos, legumbres rojas, fresas, cerezas, frambuesas y hasta el vino tinto aumentan nuestra presión en la sangre y le dan calidad a nuestra respiración, lo cual se traduce en un mejor ánimo y en un elevado crecimiento de la actividad mental.

Alimentos amarillos como los plátanos, limones, piña, maíz y el vino blanco entre otros, nos ofrecen vitaminas C y B1, además de magnesio, hierro, potasio e hidratos de carbono, importantes para la reposición de energía, lo cual se asocia con el entusiasmo y la mejora sostenida de la energía corporal.

El verde siempre nos ha manifestado serenidad y calma en nuestras vidas y hasta lo usamos con esa idea en las decoraciones; pues en las comidas como las espinacas, pimientos verdes, acelgas, peras y otros más de este color nos brindan relajación y tranquilidad, una mejora en la calidad de nuestros sueños y nos abre oportunamente el apetito.

Pero no podemos dejar del hablar del color que nos otorga la felicidad, la cual la encontramos en las zanahorias, naranjas, mandarinas, calabazas, maíz, etc., es decir en las comidas con tonos anaranjados. Éstos, aparte de estimular favorablemente nuestras mentes, nos generan estados de alegría, desarrollan nuestra creatividad y potencian la actividad sexual.

Fuente: Salud ABC

Imagen: Asesoría Nutricional

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